Es el porcentaje de crédito que se debe pagar de manera adicional a la cantidad de dinero que se pide mediante crédito hipotecario que otorgan las entidades bancarias, fijando condiciones de financiamiento.
La tasa de interés es fijada por la CMF y de acuerdo a ella los bancos son regulados.
Existen tasas fijas y variables, donde la tasa fija se mantiene a lo largo del tiempo, sin importar las variaciones de la economía, y la tasa variable puede cambiar según el acuerdo al que se llegue con la entidad bancaria. También existe la tasa mixta, que es una mezcla entre ambas tasas. Esta se mantiene fija por un tiempo y luego puede variar según la economía y el acuerdo con el banco.